Cuando nos referimos a libertad de expresión, tenemos la idea que el tema está centrado en opinión, información y comunicación. Aunque sean estos los puntos medulares que se tomaron en cuenta para declarar el 3 de mayo como día internacional de la libertad de prensa y de expresión, hoy quisiera expandir el concepto para tratar la responsabilidad que tenemos como hombres de expresarnos abiertamente.
Por ser hombres nos han enseñado a esconder nuestras emociones, somos macizos, con bíceps abultados, fuertes espaldas y voces graves, estamos entrenados para disimular nuestros sentimientos mientras luchamos con la exigencia del cumplimiento de nuestras obligaciones. Muchas veces hemos querido mostrar nuestro deseo más íntimo pero el miedo al rechazo ha cerrado nuestro corazón. Nos aislamos detrás de nuestra fachada y nos ocultamos tras la empalizada de nuestros esfuerzos por impresionar. La verdad es que la mayoría de nosotros somos inseguros.